... y contemplo extasiado el gran orden que se me presenta...
AÑORANZA
Desde los fulgores de la estrella de la mañana,
hacia el corazón mismo de la noche,
una danza y un latido,
el gran juego,
en el que todos,
participamos con intensidad,
día y noche,
en el cielo y en la tierra,
bajo las olas cósmicas del gran mar,
del cual todos provenimos,
y al cual regresaremos,
felices por retornar al hogar que creíamos ya perdido.