... atravieso el umbral rodeado de un silencio que me da cálida bienvenida...
DANZA INTERIOR
No hay nada más cercano a mi espíritu,
forjado de la misma sustancia que los sueños,
que el primer vuelo de un ave,
la tranquilidad de un lago en reposo,
la caída de las hojas en otoño;
¡oh!, y cuán gozoso para mi alma,
contemplar dichoso los fulgores del amanecer,
que brillan con tal fuerza,
desde tiempos inmemoriales.
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